Los riesgos de la inflamación crónica

Por: Ximena Legorreta

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Si has sufrido una torcedura de tobillo, te ha picado una abeja, te has enfermado del estómago o de gripe, sabes lo que significa un proceso inflamatorio. Cuando nos enfermamos o nos lesionamos nuestro sistema inmunológico produce células (glóbulos blancos) como un mecanismo de autodefensa para protegernos contra enfermedades y para propiciar la reparación y regeneración del tejido afectado. ¿Suena muy acertado, no crees?

Algunos de los síntomas de un proceso inflamatorio son enrojecimiento, hinchazón, fiebre y dolor, y dichos síntomas suelen desaparecer al cabo de unas horas o días dependiendo de su causa.

A este tipo de inflamación se le conoce como inflamación aguda y nos resultaría casi imposible recuperarnos de ciertas afecciones sin ella.

La inflamación crónica, por el contrario, puede ocurrir incluso cuando no existe una enfermedad o una lesión, sus síntomas suelen ser más sutiles y llegar a pasar desapercibidos. Este tipo de inflamación mantiene al cuerpo en un estado continuo de alerta, que con el paso del tiempo puede generar un daño a nuestros órganos y tejidos para así desencadenar daños al código genético (ADN).

La inflamación crónica entonces es una “falla” de señalización de nuestro sistema inmunológico, donde de manera continua hay un estado de “ataque” que promueve enfermedades como la artritis reumatoide, el cáncer, enfermedad cardiovascular, enfermedad renal, diabetes, asma, osteoporosis, hígado graso, fibromialgia y daños cognitivos como la enfermedad de Alzheimer.

Algunos síntomas de inflamación crónica son: sentirse cansado o tener niveles de energía inestables, insomnio, depresión, problemas gastrointestinales, dificultad para perder peso y tener infecciones recurrentes, entre otros.

La inflamación crónica puede desencadenarse por diversas razones como:

  • Infecciones agudas recurrentes no tratadas o mal atendidas.
  • Exposición continua a toxinas, productos químicos, aire contaminado.
  • Estrés crónico.
  • Obesidad.
  • Enfermedades autoinmunes.
  • Dietas muy bajas en calorías.
  • Dietas hipercalóricas con exceso de azúcares y grasas saturadas.
  • Deficiencias de vitaminas y minerales.
  • Abuso de medicamentos.
  • Tabaco.
  • Abuso en el consumo de alcohol.
  • Falta de sueño.
  • Ejercicio extenuante.
  • Sedentarismo.

Hay algunos marcadores bioquímicos que pueden ser de ayuda para diagnosticar los niveles de inflamación en nuestro cuerpo. La mayoría de ellos pueden determinar si es que existe un proceso inflamatorio, pero no determinar en dónde.

Es aquí donde de la mano de un médico especialista podemos tomar medidas preventivas o reactivas. Algunos de ellos son:

  • Proteína C reactiva
  • Cuenta de glóbulos blancos (biometría hemática)
  • Homocisteína
  • Ferritina

Por último, ¿qué podemos hacer para revertir o evitar la inflamación crónica?

Si actualmente padeces ya alguna condición médica, es importante que estés en un tratamiento con supervisión médica.

Los cambios en el estilo de vida no deben ser vistos como opcionales, deben estar prescritos igual que un medicamento.

1.- Priorizar el consumo de alimentos frescos, poco procesados, incrementar el consumo de frutas, verduras, proteínas magras, cereales enteros, leguminosas, grasas saludables.
2.- Llevar una dieta controlada en calorías. Simplemente comer demasiado (sin importar el qué) afecta nuestra salud.
3.- Cuidar nuestra salud intestinal con una dieta variada en micronutrientes, oligoelementos y fibras.
4.- Realizar actividad física todos los días. Caminar entre 3,000 y 5,000 pasos al día es un buen comienzo.
5.- Utilizar suplementos como aceite de pescado (omega3), cúrcuma, jengibre, ajo y magnesio entre otros.
6.- Dormir al menos 7 horas y priorizar nuestra higiene de sueño.
7.- Practicar un ayuno nocturno de 12 a 14 horas.

Como bien lo dijo Paracelso, la dosis hace al veneno. La inflamación es un proceso natural y un mecanismo de supervivencia cuando ocurre de forma esporádica en respuesta a un daño, pero cuando sucede en forma desmedida y descontrolada va generando problemas que muchas veces llegamos a percibir cuando es demasiado tarde.

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